miércoles, 2 de junio de 2021

Los dibujos de Lu-lu

 Hoy Lu-lu tenía el día tonto. ¡A todos nos pasa! No sé por qué pero estaba repunante y caprichosa, inquieta y protestona. Iba y venía por la biblioteca de Ventanielles como un alma en pena y cara de pocos amigos.

He intentado entretenerla un ratito dejándole unos folios reciclados y unos lápices de colores. Antes de todo este lío, por las tardes, venían muchos niños y niñas a pasar un rato dibujando y leyendo. A Lu-lu le prestaba mucho sentarse con ellos, así que pensé que podía ser una buena manera de que se le pasara el mal humor.

La cosa funcionó… ¡cinco minutos! Enseguida empecé a oírla suspirar, refunfuñar y protestar en voz baja dando pataditas de impaciencia. Cuando me acerqué a ver qué le pasaba esta vez, allí me la encontré rodeada de papeles arrugados y al borde de las lágrimas.

¡Dibujo fatal! ¡Todo me sale horrible! ¡Solo sé hacer círculos, puntos y garabatos!

¡Pobre Lu-lu! Pero creo que tengo la solución: le voy a enseñar unos libros que seguro que le van a encantar.

¡Ojo, oso! (Nicola Grossi. Ed. Thule)

Círculos, rayas, zig-zags, manchas de colores... Con estos recursos tan simples y un texto también muy sencillo y lleno de onomatopeyas, acompañamos a Oso, Zorro, Sapo y Hormiga en su aventura. Los cuatro amigos quieren encontrar la madriguera de Oso, que se ha perdido, y para ello deberán sortear varios obstáculos. Se trata de un libro muy divertido que nos sorprenderá por la rapidez con la que los más peques identifican cada personaje con su color y tamaño.

Todo a punto (Xavier Deneux. Ed. Combel)

Parecen las piezas de un mecano… pero no son más que puntos unidos con mucha imaginación para crear animales. Cada página de ese libro tiene un troquel que nos enseña un punto, o dos, o tres, hasta llegar a repasar los números del 1 al 10. Al girar la página descubriremos el animal que se escondía detrás, que tal vez no es el mismo que a nosotros se nos había ocurrido.

La reina de los colores (Jutta Bauer. Ed. Lóguez)

La reina de los colores convoca a todos sus súbditos. Uno a uno se van presentando, cada cual con su personalidad: el suave y delicado azul, el rojo indómito y salvaje, el amarillo cálido y luminoso… El problema es que la reina tiene muy mal genio y todos acaban peleados y grises. Como en los cuentos clásicos, las lágrimas de la reina obran el milagro y los colores reaparecen, armónicos y felices.

Bueno, ¡no falla! En cuanto le he hecho un poco de caso y hemos leído juntas estos libros, el mal humor se ha disipado y ha vuelto la Lu-lu simpática y cariñosa de siempre. ¡Os lo recomiendo!


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