Así que nos contó el cuento de Cocorico y su mamá que hacía un bizcocho muy grande para merendar. "Picotí, Picotá. ¡Ay qué rico, Cocorico!...". Pero mucho cuidado con Gato Pelado, que maúlla tres veces, antes de dar un bocado.
Y luego nos contó un clásico de Perrault, el cuento de Caperucita Roja, que llevaba una cestina con la merienda para casa de su güelina. Pero se encontró con un Lobo, que tenía mucha, muchísima hambre y...también muchas ganas de merendar.
Y ¿tú?, ¿te animas a compartir con nosotros esta merienda de cuentos? Te estamos esperando. Seguro que un buen rato vamos a pasar, porque recuerda:
"Picotí, picotá.
¡Ai qué rico, Cocorico!,
la meriendina vendrá.
Picotí, picotá.
¡Ai qué rico, Cocorico!,
na biblioteca tará"
Muy bien! Hay que animarse a participar.los niños lo agradecen mucho😉
ResponderEliminarY las profes encantadas también que las familias disfruten tanto leyendo cuentos en la escuela. Mil gracies¡¡
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