El pequeño conejo blanco encuentra su casa ocupada por una cabra abusona...¿Por qué le cuesta tanto encontrar ayuda para echar a la cabra cabresa? ¿Por qué, a veces, los más fuertes son los más débiles?.
Nuestra compañera Eva nos contó hoy este cuento para celebrar el Día de la Paz en la escuelina. Una manera estupenda para aprender que las apariencias engañan, y que de abusones ¡nada de nada¡.
Y que mejor que acabar el cuento con un final feliz y... rico, rico, con sabor a galletas de nata...ñam, ñam....:)
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